jueves, 29 de marzo de 2012

Como una ráfaga

Sin darnos cuenta perdemos las cosas, no nos damos cuenta de esas cosas que tenemos hasta que las perdemos. A veces tampoco nos damos cuenta, por lo menos yo, de las cosas que pasan, cuando voy caminando, cuando salgo con mis amigas, cuando bailo, no siento que esté 100% ahí, no estoy 100% en el presente o concentrada en el ahora. Lo recuerdo como una ráfaga, como algo que pasó hace mucho tiempo y de manera muy rápida, casi imperceptible y siempre que pregunto qué día es hoy pienso, cómo llegué acá, en qué momento? últimamente he estado muy desconectada de lo que soy, de como soy en realidad, desconectada de mi misma, muy ocupada, muy inquieta, tal vez deba darme un tiempo para mi, un tiempo para redescubrirme y volver a encontrarme, volver a ponerme en el camino en el que estaba. Antes me fijaba meticulosamente de no salirme del camino, así se me fue la vida mirando sólo hacia adelante, sólo hacia el fondo de mi camino, sin ver los árboles pasar, sin aprovechar el viento o el sol, sin descansar. Ahora cumplida una meta siento que no he encontrado un objetivo, he cambiado tanto, hecho cosas (de las que no me arrepiento) pero cosas que no están acorde con lo que soy y con lo que pienso. No quiero que la yo de ayer sea una ráfaga de la yo de mañana de la que añoraré y extrañaré, quiero ser mañana la yo de ayer pero mejorada, no cambiada. No quiero ser una ráfaga de mí misma, quiero ser una estela de luz, que parte pequeña y termina siendo un destello gigante cuyo pasado -su rastro- es aun visible, y es constante, no quiero una ráfaga que no sabemos de donde vino ni dónde parará, sólo pasa, rápida y loca. Soy loca, no rápida, mejor irse tranquilo por las piedras.

BEYOURSELF

La gente no conoce lo que piensas, conoce lo que haces

(por eso no quiero hacer las cosas que no soy)

martes, 13 de marzo de 2012

Cosas Inútiles

Voy por la calle mirando el suelo para ver si encuentro alguna tapita ¿Por qué? por la misma razón que la gente colecciona trofeos, colecciona hermosos animales disecados o bichos raros, por llenar un espacio, por juntar algo que nos haga sentir mejor, mas importantes, pero ¿De qué sirve?
Voy por la calle y veo el objeto más inútil que se ve en las calles de nuestra linda capital: el botón para cruzar la calle, corren los años y él sigue ahí, amarillo como siempre, cochino, todo rayado y con chicles. Es completamente inútil, uno lo aprieta, y nada, al final tenemos que esperar exactamente el mismo tiempo que esperaríamos si no lo apretamos...inútil, sin embargo ¿Quién no lo aprieta? no sobra la ilusión o la incertidumbre de que si ESE día, sí va a funcionar y al apretarlo y ver que la luz verde se puso a los 5 minutos después me hago siempre la misma pregunta ¿De qué sirve?
Voy por la calle miro mis pies, algo me molesta hace rato en el zapato. Miro hacia abajo: veo cuatro dedos... Ah! ahí está el otro, una guea enana curvada casi que escondiéndose en dirección a la planta de mi pie, el dedo más inútil que lo único que hace es estorbar, en ese momento estorbándome en el zapato porque se estaba estrangulando con la tira de cuero que tiene mi zapato ¿para qué está? yo sé: para pegarse con cada borde que encuentra en su camino, nunca lo recuerdo, ni siquiera para pintarme las uñas de los pies porque es tan TAN enano que ni siquiera alcanza a tener uña, así que lo dejo olvidado, sólo lo recordamos cuando vamos caminando por nuestra habitación y no calculamos bien la distancia de nuestra humanidad con la de la pata de la cama y nos preguntamos adoloridos entre riendo y llorando: ¿De qué sirve?
Voy por la calle y a veces me pregunto que entre tanto que estudiamos y trabajamos para pagar los años que pasamos estudiando para después trabajar porque tenemos que pagarle la educación a nuestros hijos para que después ellos estudien una carrera para tener un buen trabajo donde ganen lo suficiente para pagar lo que gastaron estudiando y para pagarle a sus hijos para que estudien pagando excesivas cuentas de cosas que deberían ser esenciales y así se nos fue la vida entre que pagando y entre que estudiando y me pregunto ¿De qué sirve?
Casi llegando a mi casa miro el reflejo en la ventana del edificio de la esquina y me veo, caminando entre 20 personas más en toda la calle, preocupada de mis asuntos, feliz pensando todas las cosas que hice en el día, feliz de las cosas nuevas que estoy viviendo, pensando para qué sirven las cosas, pensando seguramente al igual que una señora desconocida que apurada pasa por al lado mío y pienso ¿De qué sirvo? esa es mi meta, mi objetivo: no ser simplemente un botón inútil o no ser una tapita coleccionable igual a otras cien tapitas coleccionables. Destacar, encontrar el sentido,  lo que vine a hacer acá.
Porque seguramente ese inútil botón nunca me funcionó a mi,  un día a una persona que iba apurada cruzando la calle aprieta el botón, luz verde se pone inmediatamente y llega a tiempo a su casa justo en medio del ring ring del teléfono y le dan la noticia de que por contestar esa llamada se ganó un millón de pesos (quien sabe). Porque reflexionando el conjunto de cosas inútiles descubro que: Uno es el que decide qué valor le da a las cosas, es uno el que decide si algo es inútil o no, es uno quien decide qué valor nos damos; Yo decido no ser inútil en mi tarea de vida, decido descubrir mi propósito que creo que irá más allá de trabajar y estudiar. Seguramente no voy a pasar a la historia, ni pretendo salir en los diarios ni libros, sólo pretendo así darle mi personal valor a lo que vivo. ESPERE Jaja y de hecho ahora sentada escribiendo me pregunto el porqué de mi blog, el por qué estoy escribiendo una entrada ¿De qué sirve? probablemente nadie comente, probablemente 1 persona lo lea... pero quien sabe... tal vez algún completo extraño caiga en mi blog por casualidad y lea alguna entrada que llame su atención y lo ayude a entender algo o lo ayude a pensar mejor sobre algo ¿quien sabe?¿De qué le sirve?

domingo, 11 de marzo de 2012

cuando una luz se apaga

Me gustaría tener el corazón roto, pero no… va mas allá de eso. DSC_0002
Vie.
12.20 Llego a mi casa cansada de mi primera semana en la U, a las 4 tenía que juntarme a celebrar la semana con mis nuevos compañeros. Cansada decido dormir para recobrar energías, cierro la puerta de la pieza de mis papás y me maúlla como siempre, le abro y nos quedamos dormidos juntos, él ronronea.

1.45 La alarma suena, me tengo que ir a hacer el almuerzo para después ir de sorpresa a almorzar con mi papá, , me levanto, él se levanta, salgo de la pieza, él se levanta con migo, pero no sale,  “papitas, sale” se queda sentado mirándome, “gordo, fuera” sigue sentado mirándome con su cara gorda, yo sonrio y pienso “le abro cuando me maúlle” nos quedamos mirando y voy cerrando la puerta, él sigue mirándome con sus ojos de oro y su cara gorda, la puerta se cierra. Nunca debí haber cerrado la puerta

14:00 Citòfono. Diego, contesta, si me buscan di que no estoy. Cuelga pálido pálido, dice "un gato amarillo se cayó del edificio” Nunca debí haber cerrado la puerta

20:40 Estabilizado y con oxígeno el veterinario dice que va a estar bien, que el Lunes lo operan, ahora hay que ver como progresan sus pulmones, pero que es muy normal, que siempre recibe gatos que se caen de edificios, me quedo tranquila, repite que no corre riesgo vital

21:30 En su jaula con el tubo de oxigeno en su naricita, me mira con sus ojos gigantes y muy dilatados, tranquilo gordo, nos vemos pronto, yo feliz. Me hacen salir de la sala, cierran la puerta-Nunca debí haber cerrado la puerta- pero quería seguir con él quería seguir mirándolo. Me paro de puntas me estiro lo máximo que puedo y logro verlo de nuevo a través de la ventana, solito con los ojos grandes mirando el suelo, nos vemos pronto.

Sàb.
7:30 Me despierto sola, lo extraño, me paseo, trato de leer, me recuesto en el sillón
10:00 “Camila, anda a acostarte a tu cama”
14:00 Espero a que lleguen para almorzar (ya no estaba preocupada)
14:40 Aun no llegan, deben estar comprando el almuerzo (me duermo de nuevo)
15:30 Veo la hora, inquieta, el veterinario dijo que no corría peligro…
16:00 Llegan, mi papá entra a saludarme, algo le pasa “el Papitas (se quiebra) no lo logró” Nunca debí haber cerrado la puertaDSC_0037

Qué increíble la importancia que pueden llegar a tener los animales en nuestra vida, son como pequeños ángeles que iluminan tu día de la manera más sencilla posible, con una sola mirada, con un bostezo, porque hasta cuando están ahí echados mirándote con su cara, pura inocencia, cero maldad, 100% fidelidad y tan desprotegidos, son como bebés con pelo. Son… los que te hacen reír porque cagaron muy hediondo, o porque corriendo se pegaron contra la puerta o cuando estornuda te deja llena de mocos. Él era la razón por la que me daban ganas de llegar a la casa, porque al poner la llave en la puerta ya empezaba la sinfonía de maullidos, los 3 mirándome felices al máximo de que haya llegado, era la razón por la que me tropezaba todo el rato en la casa porque se cruzaba entre mis piernas, la razón por la que me acostumbré a ir al baño con la puerta abierta, o sino maullaba triste porque no me podía ver. Todo está tan fresco, su cuerpo gigante de perro, cómo me traía su peluche una y otra y otra vez cuando se lo tiraba, cómo se echaba cuando le daba palmaditas para hacerle cariño en la guata, cuando maullaba como gato de 1 mes, la cara cuando le decía “Buenas noches” todas las noches y me despedía como mil veces o la cara de “no te vallas” cada vez que me iba al colegio.
Saber que ahora cuando se abre lentamente la puerta, no es él, es el viento, saber que si estoy en el baño, nadie va a entrar, estar acostada y sentir esa sensación de que alguien se sube a la cama, pensar que si hay un ruido en la cocina o si algo se cae, no es él. Llegar a la casa y saber que al abrir tu puerta, él no va a estar ahí mirando. ya no va a estar ahí

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Que triste cómo las cosas llegan de golpe, sin previo aviso, estar tranquilo, feliz, de lo mas normal sin saber ni pensar que esa ultima mirada iba a ser la ultima mirada que iban a tener, o ese día que no te despediste de tu mamá o de tu papá y tuvieron un accidente camino al trabajo, pensar que saliste de tu casa a carretear, sin pensar que nunca más ibas a volver porque un terremoto desmoronó tu casa, pelear con tu mamá y mandarla a la mierda, sin saber que ese día una avión iba a chocar contra su oficina. No saber qué nos tiene preparado el destino, no saber que el día de mañana no vas a tener a las personas que amas a tu lado, pero uno nunca sabe, por eso tratar de… no discutir tanto, porque uno nunca sabe, tratar darle un beso todos los días a tus papás, porque nunca se sabe, tratar de… no ver las cosas tan negativamente, si se te pasó la micro… ya vendrá otra, que si el carrete está vacio, que no importa porque estás ahí con gente que quieres y te importa.
Yo creo que nunca me había dolido tanto una muerte, y el que me diga “era solo un gato” bacan porque tu también eres sólo una persona, pero los dos son vidas, el papitas no era mi gato, era mi guagua y que te quiten a tu bebé de esa manera, duele. Estas son cosas de la vida, tenia que pasar en algún momento, hay que ser fuertes,  lo sé, lo que no sé es cómo hacerlo, cómo hacer que no duela. La única manera que conozco es: el tiempo ¿cuanto? es lo que no sé, pero algo que sí se es que todo sería distinto si no hubiera cerrado la puerta. Nunca debí haber cerrado la puerta.

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Te amo