Insustancial
sábado, 28 de marzo de 2015
Vencí
Acabo de terminar de leer. 9:55am y mi campo visual tiembla levemente en los costados, miro a ambos extremos de los marcos de mis lentes puestos, apreciando mejor el trémulo dentro de mi vista. Ansiosa por escribir, sorprendida y satisfecha por un final que me hace pensar y deja abierta a la imaginación un final para llenarlo y explicarlo como a cada uno le plazca. Me lleno de esa fresca sensación de mañana, de término, de hambre literaria... y ¿qué es lo primero que hago ante tanto fervor? Prendo el computador... por qué wn? jaja acá nos ponemos menos escritores y más teenager con semi vacío intelectual (porque puta, la intención igual cuenta). Pero nada, el hecho de haberme sorprendido ante tal acto -de cuasi-homicidio a mis ganas de crear y de narrar un poco mi experiencia de post-lectura de hoy Sábado- hizo que abriera el cuaderno donde me hallo escribiendo y no me arrepiento, me alegro de que el hambre literaria le haya ganado al succionador de tiempo, traslocador del espacio, matador de la creatividad e imaginación que es el notebook. Aguante mi 90's kid que aún trata de sobrevivir en este mundo actual con tanta locura procedente de la globalización bendita y maldita por su seductor entretenimiento fácil (Ahora me voy, tengo que revisar FB)
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