Nos conocimos una noche de
amigos, drogas, munchies y risas. Dormimos como 4 personas en una sola cama esa
noche, le pegué como mínimo 10 patadas sin querer, esa noche no nos hablamos
mucho, pero los dos sabíamos algo que el resto no veía. Luego de esa noche, sin
siquiera conocerme, me buscó, me buscó todos los días luego de esa noche donde
no nos dijimos mucho. Me llevaba dulces cada vez que iba a mi dorm y con su
sonrisa de niño travieso, yo lo encontraba el weón más lindo que haya pisado la
tierra, me llegaba a dar rabia lo mamona que me estaba poniendo, así que lo
evitaba.
“Cami can i come over?”
“No Paul, I got things to do”
Aun así iba todos los días…
a mí no me molestaba. Él no tenía plata, siempre al 3 y al 4, aun así me
llevaba las gomitas que tanto me gustaban, me preguntaron “Por qué estay con un
tipo que no te puede dar nada?” Yo estaba con él y el conmigo por algo más
importante, yo estaba con él por ÉL, porque era mágico, porque me transportaba
a un lugar tranquilo, lleno de risas y despreocupaciones, de compañía
desinteresada por ambos lados, eso creo que era lo mejor, juntarnos a hacer
nada y todo y disfrutarlo a cada segundo, él amaba mi cuerpo, me lo hacía saber
cada vez me miraba, amaba mi cara, me lo hacía saber cada
vez que la acariciaba.
Luego vino mi accidente, una
estúpida caída en snowboard me rompió el tobillo en 5 partes, cirugía, 2
placas, 11 clavos, 21 puntos y mi viaje en Estados Unidos… terminado… Pasé 5
días en el hospital sin saber de él…Ahí yo dije “este weon no va a querer verme
más” claro, yo ya no podía moverme por mi misma, ni salir, caminar, nada y yo
sabía que lo de nosotros no era amor, sólo algo divertido, el sexo era la
zorra, en general todo lo que hacíamos era fuera de lo ordinario y se sentía
muy normal, como que nuestros cuerpos se conocieran, como que nuestras mentes
se hubiesen encontrado en otra vida antes que esta, pero en el fondo los dos
sabíamos que era algo temporal, pero eso no evitó que sin darme cuenta
comenzara a caer…
Al principio yo siempre con
una sonrisa en la cara, siempre positiva, de que en dos semanas ya iba a estar “tiki
taca” (que ilusa, llevo un mes ya) Bueno, me dieron de alta y volví a los
dorms, ahí mis días comenzaron a ponerse grises, estaba todo el día sola,
encerrada, haciendo lo mismo todos los días y pasando la mayoría de las noches
en una habitación sola, acompañada de gente, pero de gente que no conocía, que
valoro mucho por eso mismo, por la atención y compañía que recibí de ellos, más
que de personas que conocía de toda la vida, pero ese es otro cuento. Estaba
sola, acostada el segundo día que volví de la clínica y tocan la puerta, abro sin
esperar a nadie en particular y ahí estaba, su cara de cachorro con esa sonrisa
maldadosa de siempre jaja Iluminó todo mi día, me trajo mil gomitas ese día,
explicándome lo mucho que odia los hospitales y lo mucho que me extrañó, a mi
me dio lo mismo, era sincero y estaba ahí. Pensé que sólo iba a ser ese día,
pero no, él siguió yendo cada día sin excepción.
Yo en pijama todo el día,
chascona, oliendo de seguro no-muy-bien ya que mis duchas consistían en baños
de esponja que como deben imaginarse, no es mucho lo que limpian, yo me reía
porque él ya no tocaba la puerta, llegaba y entraba como un huracán de energía
y embobamiento a hacerme compañía, a veces me despertaba, a veces me
interrumpía la película, una vez entró mientras yo desnuda de la cintura para
arriba me daba un baño de esponja al lado del lavabo jaja y en cada una de
ellas me agarraba a besos. Primera vez que no me molesta que alguien sea tan
meloso y tan lapa, normalmente me hubiese espantado o le hubiera parado los
carros, pero con él siempre fue distinto.
Me dio mucha lata que el
accidente haya sido pocos días antes de San Valentín, pero como yo soy porfiada
y en vez de estar en cama, siempre andaba haciendo cosas y moviéndome igual,
dije “NICA me quedo acostada hoy” aparte él me había invitado a almorzar en San
Valentín y yo porque soy pesá le dije que no, que ya había almorzado (eso, más
el hecho de que igual me daba lata que ahora el sólo hecho de caminar requiere
un esfuerzo demasiado grande, hizo que me diera mucha lata salir) Pero más
tarde fue igual a mi dorm, me pilló durmiendo, llega y abre la puerta como
loco, y yo recién despertando no cachaba ni pico que pasaba, pasó sólo a
saludarme y darme una tarjeta de San Valentín hecha por él, yo le doy las
gracias y la dejo al lado de la cama para leerla después porque pensé que iba a
ser algo mamón y me daba vergüenza leerla ahí jaja y me dice:
“You’re not going to read it?”
-la tarjeta en la portada tenía un mapache y un budha en una onda muy psicodélica- La abro, me rio, sólo decía con una letra horrible “Lets Fuck” con un sticker de gatito jugando con lana, lo miro riendo
“YASSS”
“REALLY?”
“Haha i mean… IF i can” (mirándome
la pierna mala y haciendo un puchero)
“It doesn’t matter, i made you laugh, you look
beautiful”
A todo esto, toda esta
conversación pasó muy rápido porque él tenía que tomar el bus en como 4
minutos, él no entró, se quedó en la puerta entre que quería quedarse, pero no
quería perder el bus, yo le digo que se vaya no más, que nos veíamos a las 6,
se fue corriendo.
Traté de dormir, pero me
estaba riendo mucho, me vestí, me arreglé muy linda y le dije “Paul, pick me
up, we’re going to your place” yo ya tenía todo listo, llevaba como medio kilo
en gomitas (sí, los ositos de goma eran como nuestra droga), chocolates, mucha
pizza, y mis pain killers, todo en mi mochila. Me fue a buscar, como siempre,
andaba con su longboard, me costó un kilo bajar la escalera, él ayudándome en
cada escalón, luego empezamos a caminar al bus, mega lento
“HEY! WHAT IF I RIDE YOUR LONGBOARD TO THE BUS?”
“God I was thinking the same all the time, but I didn’t
knew if you were going to agree with it or find it dangerous”
“Fuck it, I’ll do it”
Era peligroso jaja pero como
siempre, nunca pienso con miedo, sólo lo hago y ahí nos fuimos. Me subí a la
longboard (pero no parada, si igual tan loca no estoy, aun que la pensé). Puse
el poto en un extremo de la tabla y los pies en el otro con el pie malo con la
bota que pesa como 3 kilos media elevada para no golpearla y así nos fuimos
jaja levanté mi brazo hacia él, él me tomó la mano y así íbamos, el tirándome
para avanzar y yo de lo más cómoda en mi silla de ruedas improvisada.
Gritaba porque iba directo
hacia un árbol, él se reía; agarraba mucha velocidad y él corría como tonto al
lado mío, yo me reía; le dije que soltara mi mano, que yo podía sola, le agarré
el ritmo, y con el poto dirigía toda la nave, los dos muertos de risa y a los
turistas del resort que nos veían, les sacamos varias sonrisas también. Tomamos
el bus, llegamos a Warm Springs, el cielo ahí es hermoso de noche, se veía cada
constelación, planeta, nube de estrellas que hay, por mientras, hablábamos, de
todo y de nada como siempre bajo el cielo eterno. Nos comimos todo viendo
Naruto abrazados en el sillón, las cosas se pusieron coquetonas y una cosa
llevó a la otra y CON BOTA ORTOPÉDICA Y TODO saltó la liebre, eso es un don
jaja entre el placer, el dolor del pie y las risas, fue el mejor Valentín.
Ya llevaba más de dos
semanas acostada, luego de la primera semana donde se supone que debía reposar
mi pierna, cosa QUE NO HICE, resultó que ahora me dolía aun más la pierna, así
que decidí la segunda semana tomarlo enserio y moverme menos, pero eso hizo las
cosas más difícil de llevar, sola la mayoría del día sin moverme era
desesperante, y mi personalidad positiva de siempre, eso mío de siempre poner
una sonrisa ante todo iba desapareciendo, el ocio ya era mucho, y los
pensamientos de que mi mala suerte ya había llegado a otro nivel me tenían súper
depre, por fin contacté a la línea aérea y me cambiaron los pasajes, me
quedaban sólo 4 días y me devolvía a Chile, luego de dos semanas y media de
encierro en los dorms por fin respiraba un poco más tranquila por que no
soportaba un día más encerrada haciendo nada y estaba feliz por volver, pero no
pensaba en lo que dejaba atrás…
Fue el segundo que supo la
noticia, era oficial, luego de 2 meses y medio de trabajo, de gente nueva y de
mil experiencias lindas, mi viaje llegaba a su fin, antes de lo esperado, pero
todo pasa por algo.
Con Paul nos vimos todos los
días antes de mi viaje como siempre, en mi última noche, luego de mi despedida
en los dorms, decidí ir a un bar la última noche, así que con silla de ruedas y
bailando con muletas, pasándolo la zorra, despedí mi última noche con la gente
de Sun Valley.
Eran las 2:30 de la mañana,
unos amigos me van a dejar a mi dorm, yo andaba sin mis llaves entonces no
podía entrar, pero ahí lo veo, muerto de frío con cara de felicidad porque eso
significaba que iba a alcanzar a despedirse de mi la última noche, nos fuimos a
la TV room, la mezcla del alcohol más la realización de que no lo iba a ver
más, de que esa noche era la última noche que vería su cara hicieron que lo
abrazara y me largara a llorar, sin decir nada, los dos sabíamos el por qué de
mis lágrimas (me carga llorar delante de la gente) Increíblemente los dos estábamos
evitando el tema, tratando de disfrutar como siempre de nuestra compañía, para
mala suerte, llega un Security diciéndole que tenía que irse (los hombres no
están admitidos después de las 10 en los dorms de las mujeres), en vez de que se
fuera, yo preferí salir para seguir juntos (allá hacen -8 grados como máxima en
la noche, y esa noche fue especialmente fría) Ahí nos quedamos hablando en la escalera,
abrazados perfectamente, es como que mi cuerpo fue hecho para abrazar el de él,
y su cuerpo, hecho a medida para recibir el mío.
Empezamos a hablar de que en
4 horas más tenía que partir al aeropuerto, él me dijo todo lo que sentía, me
dio las gracias por hacerlo sentir lleno, por ser yo, por entenderlo, por
siempre ser linda y mil cosas más que me tenían los mocos hasta la pera y
llorando por darme cuenta de todo lo que los dos sentíamos, y que ninguno podía
hacer nada al respecto, yo me iba y nada iba a cambiar eso “I’m going to fucking
miss you Cami” yo también le dije todo lo que yo sentía y le di las gracias por
siempre estar ahí, por preocuparse siempre, por ser él y mil otras cosas
mamonas, pero ya no podía más con la tristeza de esa despedida “Paul, i’m
fucking cold and we can say all the words and beautiful phrases there are, but
nothing’s gonna change things, I’m leaving, let’s not make this harder than it is” No lo dije de manera fría, lo dije con pena, con lágrimas de esas que caen
solas, inevitables por situaciones inevitables, que están más allá de lo que
nos gustaría hacer realmente, pero hay que ser aterrizados en la vida y en el
amor también.
Luego de mucho rato nos
despedimos
“Good bye Cami”
“Bye Paul, take care”
(En verdad nos dijimos cosas
mucho más mamonas, pero dejémoslo simple)
Abro la puerta para irme a
mi dorm pero me agarra el brazo, me da vuelta y me vuelve a dar un beso con
sabor a “quédate”, le digo “You’re crazy” se da vuelta hacia la puerta, pero se
devuelve de nuevo me abraza una vez más, me besa una vez más y se va, pero
antes se da vuelta “I love you Cami” yo me quedo paralizada un segundo, pero
respondo automáticamente “I love you too Paul, I do” yo nunca me he enamorado,
y me han dicho antes te amo y yo me he quedado callada por no sentir lo mismo,
esta vez respondí, porque lo sentía realmente, sentí que no me costó decirlo,
no me sentí mentirosa diciéndolo, era porque lo sentía, pero hasta ese momento
no lo sabía, yo sé que hay distintos tipos de amor, que se sienten de distintas
maneras, pero yo así de loco y corto como fue todo, mi amor por él fue fugaz e
intenso, pero real.
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