sábado, 28 de febrero de 2015

Paul

Nos conocimos una noche de amigos, drogas, munchies y risas. Dormimos como 4 personas en una sola cama esa noche, le pegué como mínimo 10 patadas sin querer, esa noche no nos hablamos mucho, pero los dos sabíamos algo que el resto no veía. Luego de esa noche, sin siquiera conocerme, me buscó, me buscó todos los días luego de esa noche donde no nos dijimos mucho. Me llevaba dulces cada vez que iba a mi dorm y con su sonrisa de niño travieso, yo lo encontraba el weón más lindo que haya pisado la tierra, me llegaba a dar rabia lo mamona que me estaba poniendo, así que lo evitaba.

“Cami can i come over?”

“No Paul, I got things to do”

Aun así iba todos los días… a mí no me molestaba. Él no tenía plata, siempre al 3 y al 4, aun así me llevaba las gomitas que tanto me gustaban, me preguntaron “Por qué estay con un tipo que no te puede dar nada?” Yo estaba con él y el conmigo por algo más importante, yo estaba con él por ÉL, porque era mágico, porque me transportaba a un lugar tranquilo, lleno de risas y despreocupaciones, de compañía desinteresada por ambos lados, eso creo que era lo mejor, juntarnos a hacer nada y todo y disfrutarlo a cada segundo, él amaba mi cuerpo, me lo hacía saber cada vez me miraba, amaba mi cara, me lo hacía saber cada vez que la acariciaba.

Luego vino mi accidente, una estúpida caída en snowboard me rompió el tobillo en 5 partes, cirugía, 2 placas, 11 clavos, 21 puntos y mi viaje en Estados Unidos… terminado… Pasé 5 días en el hospital sin saber de él…Ahí yo dije “este weon no va a querer verme más” claro, yo ya no podía moverme por mi misma, ni salir, caminar, nada y yo sabía que lo de nosotros no era amor, sólo algo divertido, el sexo era la zorra, en general todo lo que hacíamos era fuera de lo ordinario y se sentía muy normal, como que nuestros cuerpos se conocieran, como que nuestras mentes se hubiesen encontrado en otra vida antes que esta, pero en el fondo los dos sabíamos que era algo temporal, pero eso no evitó que sin darme cuenta comenzara a caer…

Al principio yo siempre con una sonrisa en la cara, siempre positiva, de que en dos semanas ya iba a estar “tiki taca” (que ilusa, llevo un mes ya) Bueno, me dieron de alta y volví a los dorms, ahí mis días comenzaron a ponerse grises, estaba todo el día sola, encerrada, haciendo lo mismo todos los días y pasando la mayoría de las noches en una habitación sola, acompañada de gente, pero de gente que no conocía, que valoro mucho por eso mismo, por la atención y compañía que recibí de ellos, más que de personas que conocía de toda la vida, pero ese es otro cuento. Estaba sola, acostada el segundo día que volví de la clínica y tocan la puerta, abro sin esperar a nadie en particular y ahí estaba, su cara de cachorro con esa sonrisa maldadosa de siempre jaja Iluminó todo mi día, me trajo mil gomitas ese día, explicándome lo mucho que odia los hospitales y lo mucho que me extrañó, a mi me dio lo mismo, era sincero y estaba ahí. Pensé que sólo iba a ser ese día, pero no, él siguió yendo cada día sin excepción.

Yo en pijama todo el día, chascona, oliendo de seguro no-muy-bien ya que mis duchas consistían en baños de esponja que como deben imaginarse, no es mucho lo que limpian, yo me reía porque él ya no tocaba la puerta, llegaba y entraba como un huracán de energía y embobamiento a hacerme compañía, a veces me despertaba, a veces me interrumpía la película, una vez entró mientras yo desnuda de la cintura para arriba me daba un baño de esponja al lado del lavabo jaja y en cada una de ellas me agarraba a besos. Primera vez que no me molesta que alguien sea tan meloso y tan lapa, normalmente me hubiese espantado o le hubiera parado los carros, pero con él siempre fue distinto.

Me dio mucha lata que el accidente haya sido pocos días antes de San Valentín, pero como yo soy porfiada y en vez de estar en cama, siempre andaba haciendo cosas y moviéndome igual, dije “NICA me quedo acostada hoy” aparte él me había invitado a almorzar en San Valentín y yo porque soy pesá le dije que no, que ya había almorzado (eso, más el hecho de que igual me daba lata que ahora el sólo hecho de caminar requiere un esfuerzo demasiado grande, hizo que me diera mucha lata salir) Pero más tarde fue igual a mi dorm, me pilló durmiendo, llega y abre la puerta como loco, y yo recién despertando no cachaba ni pico que pasaba, pasó sólo a saludarme y darme una tarjeta de San Valentín hecha por él, yo le doy las gracias y la dejo al lado de la cama para leerla después porque pensé que iba a ser algo mamón y me daba vergüenza leerla ahí jaja y me dice:

“You’re not going to read it?”

-la tarjeta en la portada tenía un mapache y un budha en una onda muy psicodélica- La abro, me rio, sólo decía con una letra horrible “Lets Fuck” con un sticker de gatito jugando con lana, lo miro riendo

“YASSS”

“REALLY?”

“Haha i mean… IF i can” (mirándome la pierna mala y haciendo un puchero)

“It doesn’t matter, i made you laugh, you look beautiful”

A todo esto, toda esta conversación pasó muy rápido porque él tenía que tomar el bus en como 4 minutos, él no entró, se quedó en la puerta entre que quería quedarse, pero no quería perder el bus, yo le digo que se vaya no más, que nos veíamos a las 6, se fue corriendo.

Traté de dormir, pero me estaba riendo mucho, me vestí, me arreglé muy linda y le dije “Paul, pick me up, we’re going to your place” yo ya tenía todo listo, llevaba como medio kilo en gomitas (sí, los ositos de goma eran como nuestra droga), chocolates, mucha pizza, y mis pain killers, todo en mi mochila. Me fue a buscar, como siempre, andaba con su longboard, me costó un kilo bajar la escalera, él ayudándome en cada escalón, luego empezamos a caminar al bus, mega lento

“HEY! WHAT IF I RIDE YOUR LONGBOARD TO THE BUS?”

“God I was thinking the same all the time, but I didn’t knew if you were going to agree with it or find it dangerous”

“Fuck it, I’ll do it”

Era peligroso jaja pero como siempre, nunca pienso con miedo, sólo lo hago y ahí nos fuimos. Me subí a la longboard (pero no parada, si igual tan loca no estoy, aun que la pensé). Puse el poto en un extremo de la tabla y los pies en el otro con el pie malo con la bota que pesa como 3 kilos media elevada para no golpearla y así nos fuimos jaja levanté mi brazo hacia él, él me tomó la mano y así íbamos, el tirándome para avanzar y yo de lo más cómoda en mi silla de ruedas improvisada.

Gritaba porque iba directo hacia un árbol, él se reía; agarraba mucha velocidad y él corría como tonto al lado mío, yo me reía; le dije que soltara mi mano, que yo podía sola, le agarré el ritmo, y con el poto dirigía toda la nave, los dos muertos de risa y a los turistas del resort que nos veían, les sacamos varias sonrisas también. Tomamos el bus, llegamos a Warm Springs, el cielo ahí es hermoso de noche, se veía cada constelación, planeta, nube de estrellas que hay, por mientras, hablábamos, de todo y de nada como siempre bajo el cielo eterno. Nos comimos todo viendo Naruto abrazados en el sillón, las cosas se pusieron coquetonas y una cosa llevó a la otra y CON BOTA ORTOPÉDICA Y TODO saltó la liebre, eso es un don jaja entre el placer, el dolor del pie y las risas, fue el mejor Valentín.

Ya llevaba más de dos semanas acostada, luego de la primera semana donde se supone que debía reposar mi pierna, cosa QUE NO HICE, resultó que ahora me dolía aun más la pierna, así que decidí la segunda semana tomarlo enserio y moverme menos, pero eso hizo las cosas más difícil de llevar, sola la mayoría del día sin moverme era desesperante, y mi personalidad positiva de siempre, eso mío de siempre poner una sonrisa ante todo iba desapareciendo, el ocio ya era mucho, y los pensamientos de que mi mala suerte ya había llegado a otro nivel me tenían súper depre, por fin contacté a la línea aérea y me cambiaron los pasajes, me quedaban sólo 4 días y me devolvía a Chile, luego de dos semanas y media de encierro en los dorms por fin respiraba un poco más tranquila por que no soportaba un día más encerrada haciendo nada y estaba feliz por volver, pero no pensaba en lo que dejaba atrás…


Fue el segundo que supo la noticia, era oficial, luego de 2 meses y medio de trabajo, de gente nueva y de mil experiencias lindas, mi viaje llegaba a su fin, antes de lo esperado, pero todo pasa por algo.

Con Paul nos vimos todos los días antes de mi viaje como siempre, en mi última noche, luego de mi despedida en los dorms, decidí ir a un bar la última noche, así que con silla de ruedas y bailando con muletas, pasándolo la zorra, despedí mi última noche con la gente de Sun Valley.

Eran las 2:30 de la mañana, unos amigos me van a dejar a mi dorm, yo andaba sin mis llaves entonces no podía entrar, pero ahí lo veo, muerto de frío con cara de felicidad porque eso significaba que iba a alcanzar a despedirse de mi la última noche, nos fuimos a la TV room, la mezcla del alcohol más la realización de que no lo iba a ver más, de que esa noche era la última noche que vería su cara hicieron que lo abrazara y me largara a llorar, sin decir nada, los dos sabíamos el por qué de mis lágrimas (me carga llorar delante de la gente) Increíblemente los dos estábamos evitando el tema, tratando de disfrutar como siempre de nuestra compañía, para mala suerte, llega un Security diciéndole que tenía que irse (los hombres no están admitidos después de las 10 en los dorms de las mujeres), en vez de que se fuera, yo preferí salir para seguir juntos (allá hacen -8 grados como máxima en la noche, y esa noche fue especialmente fría) Ahí nos quedamos hablando en la escalera, abrazados perfectamente, es como que mi cuerpo fue hecho para abrazar el de él, y su cuerpo, hecho a medida para recibir el mío.

Empezamos a hablar de que en 4 horas más tenía que partir al aeropuerto, él me dijo todo lo que sentía, me dio las gracias por hacerlo sentir lleno, por ser yo, por entenderlo, por siempre ser linda y mil cosas más que me tenían los mocos hasta la pera y llorando por darme cuenta de todo lo que los dos sentíamos, y que ninguno podía hacer nada al respecto, yo me iba y nada iba a cambiar eso “I’m going to fucking miss you Cami” yo también le dije todo lo que yo sentía y le di las gracias por siempre estar ahí, por preocuparse siempre, por ser él y mil otras cosas mamonas, pero ya no podía más con la tristeza de esa despedida “Paul, i’m fucking cold and we can say all the words and beautiful phrases there are, but nothing’s gonna change things, I’m leaving, let’s not make this harder than it is” No lo dije de manera fría, lo dije con pena, con lágrimas de esas que caen solas, inevitables por situaciones inevitables, que están más allá de lo que nos gustaría hacer realmente, pero hay que ser aterrizados en la vida y en el amor también.
Luego de mucho rato nos despedimos

“Good bye Cami”

“Bye Paul, take care”

(En verdad nos dijimos cosas mucho más mamonas, pero dejémoslo simple)



Abro la puerta para irme a mi dorm pero me agarra el brazo, me da vuelta y me vuelve a dar un beso con sabor a “quédate”, le digo “You’re crazy” se da vuelta hacia la puerta, pero se devuelve de nuevo me abraza una vez más, me besa una vez más y se va, pero antes se da vuelta “I love you Cami” yo me quedo paralizada un segundo, pero respondo automáticamente “I love you too Paul, I do” yo nunca me he enamorado, y me han dicho antes te amo y yo me he quedado callada por no sentir lo mismo, esta vez respondí, porque lo sentía realmente, sentí que no me costó decirlo, no me sentí mentirosa diciéndolo, era porque lo sentía, pero hasta ese momento no lo sabía, yo sé que hay distintos tipos de amor, que se sienten de distintas maneras, pero yo así de loco y corto como fue todo, mi amor por él fue fugaz e intenso, pero real. 



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