mirándome con esa farsante devuelta
No conozco esa mirada, no reconozco esa ausencia de ser
Tan poco erguida, tan poco desenvuelta
Vitrina, vidrio, reflejo no me sorprendan no espanten mi cordura con sus caras transformadas
Con sus caras alocadas, no me asusten con sus danzas desaforadas

Algo en mi se quebró y ahora soy dos personalidades, cuatro4, cinco5. Me fragmenté y todas las partes de mi escaparon a los extremos de cada dirección espantadas las unas de las otras, espantadas de mi cuerpo que sigue ahí jadeando, sangrando decapitado mirando su reflejo tratando de encontrar salvación en su propia mirada perdida, en el reflejo roto, en esta realidad quebrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario